Recibirá críticas pero también halagos. Claudio Bravo tuvo los dos lados de la moneda en el triunfo de Manchester City por 2-1 sobre Burnley, luego de cometer un error que le costó caro a su elenco para luego reivindicarse salvando la victoria de su elenco en calidad de local.
En una primera etapa con dominio de los ciudadanos, este se quebró luego de que Fernandinho realizara una fuerte falta sobre un rival que le costó la roja directa. El esquema de Pep Guardiola se desarmó con la temprana salida del brasileño, lo que llevó a los visitantes a tener mayor dominio del esférico pero sin inquietar al portero chileno.
Durante el descanso el técnico español reordenó su elenco y con un par de cambios logró ponerse en ventaja, primero en el 58’ con un brillante derechazo del zurdo Gael Clichy y posteriormente en el 62’ con una gran definición de Sergio Agüero dentro del área.
Todo parecía ir viento en popa hasta que llegó el grosero error de Bravo. En una segunda jugada tras un córner, el chileno no saltó lo suficiente para puñetear el esférico y se la dejó servida a sus rivales para que Benjamin Mee lograra que el balón traspasara apenas la línea, lo justo para descontar.
Pero cuando las críticas comenzaban a arreciar en contra del chileno, el capitán de la Roja sacó una tapada magistral para evitar el empate cuando el esférico lo superaba y con un manotazo de derecha sacó aplausos de la parcialidad local.
Gracias al triunfo, el City recuperó el tercer puesto de la Premier League, a la espera de lo que realice Arsenal y Tottenham en sus partidos de la fecha.