El alcalde de La Higuera, Yerko Galleguillos (UDI), calificó de “exagerada” la polémica por la compra de un terreno de la hija menor de la Presidenta Michelle Bachelet, Sofía Henríquez, a 12 kilómetros de donde se ubicaría el proyecto Dominga.
“Esta parcela de agrado que tiene la hija de la Presidenta ni siquiera está en el camino de la mina al puerto, o por donde transiten los buses con los mineros a la hora del descanso. Son sitios que no tienen urbanización, no tienen agua potable, no tienen luz eléctrica”, aseguró Galleguillos a radio Cooperativa.
“Decirte que si el proyecto se aprueba voy a construir ahí un ‘hotel mina’ para los mineros (…)No, imposible. La verdad es que está bastante retirado y debo ser honesto”, explicó el edil.
“Creo que aquí se está exagerando un tema que realmente no es”, subrayó el militante gremialista.
Respecto del rechazo de la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región Ambiental de Coquimbo a la iniciativa, el alcalde UDI señaló que “si la norma dice que después de estudiar un proyecto durante tres años hay una mesa que lo vota y en esa mesa se puede caer en dos minutos, es lo que la norma permite. Por lo tanto, hay que respetarlo”.
De acuerdo a un reportaje de La Tercera, Sofía Henríquez Bachelet adquirió en marzo de 2014 un terreno de 5.000 metros cuadrados en la comuna de La Higuera por $6.500.000, monto que fue “pagado al contado”.
Dicho terreno fue vendido por su cuñada, Natalia Compagnon, quien entre agosto de 2013 y enero de 2014 había comprado en esa zona 12 lotes de media hectárea cada uno, ubicados justo a mitad de camino entre el balneario de Punta de Choros y el lugar donde se construiría el proyecto minero.
El matutino, citando a Ciper Chile, señala que el negocio inmobiliario de la nuera de la Presidenta apuntaba a un probable incremento en el precio de esos terrenos en caso de aprobarse el proyecto minero de la empresa Andes Iron.
Ante esto, la Mandataria salió ayer al paso de las críticas, asegurando que su hija “está muy afectada”, y que la compra la realizó con fines recreativos, además, exigió que “dejen a mi hija tranquila”.