La Comisión de Relaciones Exteriores del Senado emitió una declaración pública en la cual rechaza categóricamente la decisión del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela de sustituir en sus funciones al Parlamento, “el cual fue elegido en forma democrática por la ciudadanía de ese país”.
Ante estos hechos, la comisión pidió aplicar la Carta Democrática de la OEA, que establece que “en caso de que en un Estado Miembro se produzca una alteración del orden constitucional que afecte gravemente su orden democrático, cualquier Estado Miembro o el Secretario General podrá solicitar la convocatoria inmediata del Consejo Permanente para realizar una apreciación colectiva de la situación y adoptar las decisiones que estime conveniente”.
Asimismo, la Comisión enfatizó que el Protocolo Adicional al Tratado Constitutivo de Unasur sobre Compromiso con la Democracia “se aplicará en caso de ruptura o amenaza de ruptura del orden democrático, de una violación del orden constitucional o de cualquier situación que ponga en riesgo el legítimo ejercicio del poder y la vigencia de los valores y principios democráticos.”
Además, la comisión pidió a Cancillería que solicite una reunión urgente de ambos Organismos, OEA y Unasur, para tratar el tema, y
que se llame a consultas a nuestro embajador en Venezuela para que informe sobre la situación en dicho país, llamado que ya se concretó.
El senador Hernán Larraín, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta, aseguró que “la actuación de Nicolás Maduro al disolver el Congreso venezolano a través de los tribunales, refleja inequívocamente su vocación dictatorial”
“No cabe la menor duda de que ahora, consolidando todo el poder en una sola mano y con el respaldo del ejército, Venezuela dejó de ser una democracia y creemos que esto exige de la OEA, de la UNASUR y de todos los organismos internacionales correspondientes y competentes, una actuación solidad en defensa de la cláusula democrática”, indicó.