Hay que decir las cosas como son. De acuerdo con cifras del Servicio Nacional de Menores (Sename), los niños que han fallecido producto de la negligencia del Estado, entre los años 2006 y 2017, equivalen a 1.313.
Es decir, más de mil menores fallecieron en democracia, debido a los problemas de negligencia, escasez de recursos, falta la probidad de funcionarios, entre otros, reportados en centros de acogida de niños del Sename.
Esta cifra es alta, si se hace una analogía, por ejemplo, con las víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet. El régimen militar encabezado por el general, entre 1973 y 1990, dejó un saldo muy trágico: más de 3.000 muertos y desaparecidos, además de otros miles que sufrieron torturas y prisión, según informes oficiales.
La Comisión de Verdad y Reconciliación -la llamada Comisión Rettig-, entre 1990 y 1991, reunió miles de testimonios y documentos sobre muertos y desaparecidos en dictadura. Su labor fue completada entre 2003 y 2004 por la Comisión sobre Prisión Política y Tortura -más conocida como Comisión Valech-, que acogió los relatos de las víctimas y los métodos que utilizaron los militares y agentes de la DINA.
Como resultado, la Comisión Rettig estimó en 2.279 el número de muertos o desaparecidos, pero un tercer grupo de trabajo, la Comisión de Reparación y Justicia, añadió una nueva lista de 899 crímenes, que elevó la cifra final de víctimas a 3.197.
Por lo tanto, si comparamos las 3.197 víctimas de la dictadura versus los 1.313 menores fallecidos en los centros de acogida del Sename por negligencia del Estado, deducimos que la cantidad de niños perecidos representa un 41% del total de asesinados por el régimen dictatorial de Pinochet.
Vale decir, si durante el gobierno militar los Derechos Humanos fueron vulnerados en su mayor y más cruda expresión, en democracia, el Estado y sus funcionarios fueron negligentes en no resguardar los Derechos Humanos de estos menores, quienes fallecieron en condiciones deplorables, en centros de acogida que, se supone, buscaban rehabilitarlos para reinsertarlos en la sociedad y, por ningún motivo, atentar con la vida de ellos.
Debemos tener presente, eso sí, que hay una diferencia abismal,entre ambas situaciones. En la primera, se violaron brutalmente los Derechos Humanos como política de Estado de represión ante opositores al régimen. Mientras que en la segunda, el Estado no fue capaz de rehabilitar, acoger y entregarle valores a estos pequeños por tenerlos hacinados en hogares, donde muchas veces eran abusados por propios funcionarios de los recintos, o la seguridad de ellos era vulnerada, lo que a la postre significó atentar con sus vidas.
Desglose de cifras
(Fuente infografía: Chilevisión, con datos del Sename).
El martes 4 de julio, la Cámara de Diputados rechazó el informe de la comisión investigadora Sename II, lo cual reflotó un quiebre que venía desde hace meses al interior de la Nueva Mayoría (NM). El documento acusaba a la ex ministra de Justicia, Javiera Blanco, de una “negligencia inexcusable” en la crisis del Sename, repartición que pertenece al ministerio que encabezaba. Pero fue respalda por la propia Presidenta, ministros y parlamentarios.
Sin embargo, sería injusto responsabilizar sólo a Blanco, dado que por su cartera, y en la cabeza del Sename, pasaron varios ministros y directores, que tuvieron la misma responsabilidad que ella, incluso en el gobierno de Sebastián Piñera. A continuación, hacemos un desglose de cifras entregadas por el propio organismo.
Si consideramos el primer periodo del Gobierno de Michelle Bachelet, entre los años 2005-2010, se cifran un total de 349 muertes de menores en centros de acogida del Sename. Haciendo un desgloce por año, se aprecia que en 2005 hubo 82, cuando era ministro de Justicia, Luis Bates. Al año siguiente, cuando asume Claudio Maldonado, el número aumentó a 109, en 2007 se redujo a 96, para en 2008 registrar 120 niños que perecieron, siendo la cifra más alta del periodo. En 2009, con el mismo secretario de Estado, fueron 114.
Ya en el el año 2010, cuando asume como presidente, Sebastián Piñera, y con el nuevo ministro del ramo, Felipe Bulnes, la cantidad de niños perecidos por negligencia del Estado sube a 119, para bajar a 110 en el año 2011, con la asunción del ministro, Teodoro Ribera, en Justicia. Ya en 2012 la cifra asciende a 109, y sube a 115 en 2013.
En el segundo periodo de Bachelet, que corresponde al actual Gobierno, a partir de marzo de 2014 se reporta la cifra más alta de todo el rango considerado, con 160 niños fallecidos cuando estaba como ministro de Justicia, José Antonio Gómez. En 2015, disminuyó el registro a 130 y el año pasado a 49, siendo el rango más bajo.
Rodaje de directores
Respecto de los directores, entre los años 2006 y 2007 administraba el organismo, Paulina Fernández. Luego, le siguió en el cargo, Eugenio San Martín, entre 2007-2009. Ya cuando gobernaba Piñera, la entidad estuvo a cargo de Fernando Estrada (2001-2011), para colocar a Rolando Melo en 2011 hasta finalizada la administración derechista en 2014.
En el segundo y actual Gobierno de Bachelet, Marcela Labraña asume en el Sename, durante un año (2014-2015); y después llega de director, Hugo Guerrea, entre 2015 y 2016, quien renuncia al puesto, dado que se comenzaban a saber estas cifras escandalosas; para últimamente asumir la ex fiscal del Caso Tsunami, Solange Huerta, que actualmente se mantiene en el cargo.