La Fiscalía de La Ligua obtuvo un triunfo al lograr que el Tribunal Oral Penal de Quillota, condenara de 12 años de presidio efectivo a un cocinero acusado de violar reiteradamente, durante 4 años, a la hija de su conviviente.
El caso fue investigado por el fiscal Juan de la Fuente, quien presentó ante el tribunal numerosa prueba testimonial, pericial y documental, que formó convicción sobre la comisión de los delitos y la participación del acusado en ellos.
Durante el juicio quedó establecido que la víctima comenzó a ser violada desde los 12 años de edad, en el domicilio que tenía en Valparaíso, y que para mantener su impunidad el agresor la amenazaba con matar a su madre cada vez que la ultrajaba.
Conforme a la historia conocida por los jueces, las agresiones sexuales ocurrían durante la ausencia de la madre en el hogar, situación que era aprovechada por su conviviente, cuando vivían en la capital regional y luego en la comuna de Papudo, donde se mudaron por razones laborales.
La situación adquirió un giro en 2014, cuando la menor denunció al conviviente de su madre tras un episodio de violencia intrafamiliar, lo que alejó al sujeto del hogar y permitió revelar las violaciones en el círculo familiar.
Pese a que el acusado hizo uso de su derecho a guardar silencio ante los jueces y a que su defensa negó los delitos, conforme a los antecedentes presentados por el fiscal De la Fuente, el Tribunal Oral Penal de Quillota consideró que los hechos eran constitutivos para el delito de violación reiterada y le impuso la pena sin beneficios, por lo que deberá cumplirla de manera efectiva en la cárcel.