Para presentar los principales resultados de la Encuesta Casen 2015 sobre Pueblos Indígenas, el ministro de Desarrollo Social, Marcos Barraza, junto a la subsecretaria de Evaluación Social, Heidi Berner; el director nacional de Conadi, Alberto Pizarro y el Alcalde de La Cisterna, Santiago Rebolledo, visitaron el Centro Ceremonial “Leli Antu Ruka Mew” de dicho municipio.
En el lugar, junto con degustar comida típica aymara y conocer los productos de orfebrería originaria de las organizaciones indígenas de la comuna, el titular de Desarrollo Social presentó las cifras que revelaron que el 9% de la población declaró pertenecer o ser descendiente de uno de los nueve Pueblos Indígenas de nuestro país, lo que en personas equivale a 1.585.680.
Esta cifra ha aumentado en 2,4% en comparación al año 2006, donde sólo un 6,6% declaraba pertenecer o descender de un pueblo indígena.
En este sentido, el ministro Barraza señaló que “estos resultados muestran una evolución muy importante, ya que en 10 años ha aumentado considerablemente el porcentaje de la población que se reconoce perteneciente o descendiente de un Pueblo Originario, lo que muestra como se está vitalizando la identidad indígena en Chile, lo que es un indicador de la necesidad de hacer reformas políticas que expresen mayor participación y deliberación en el devenir del país”.
De este porcentaje, la gran mayoría declaró pertenecer al pueblo mapuche, alcanzando un 83,8% de la población indígena, seguido por un 6,8% que declara pertenecer al pueblo aymara, el 4,0% al pueblo diaguita, el 2,0% al pueblo atacameño o Likan-antai, el 1,7% al pueblo quechua, el 1,0% al pueblo colla, el 0,3% al pueblo rapa nui, el 0,3% al pueblo kawashkar y menos de un 0,1% al pueblo yagán.
En cuanto a la distribución geográfica, los resultados de la Encuesta Casen 2015 nos muestran que el 30,1% de la población indígena está en la Región Metropolitana, mientras que un 19,6% habita en La Araucanía, un 13,1% en la Región de Los Lagos, un 6,6% en Biobío y un 4,8% en Los Ríos. La encuesta además revela que el 75,3% de esta población reside en zonas urbanas, mientras que el 24,7% restante lo hace en zonas rurales.
Respecto a la medición de la pobreza, se observa una disminución significativa durante los últimos años, ya que entre 2006 y 2015, la pobreza por ingresos entre personas pertenecientes a pueblos originarios disminuyó de 44,0% a 18,3%, observándose además una reducción estadísticamente significativa en el periodo 2013-2015 en que decreció de un 23,4% a un 18,3%.
Si bien la tasa de pobreza por ingresos de las personas que declaran pertenecer a un pueblo indígena muestra valores superiores respecto de los observados en población no indígena, es decir un 18,3% versus un 11,0% en el año 2015, la brecha observada entre ambos tipos de hogares se redujo en 2,6 puntos porcentuales en el periodo 2013-2015.
Por su parte, si se incorporan los indicadores de entorno y redes, la pobreza de personas pertenecientes a pueblos indígenas llega al 30,8%.
En este sentido el Secretario de Estado manifestó que “si bien la pobreza viene disminuyendo, lo que es por efecto de la política pública, sigue por sobre el promedio nacional y por lo mismo se justifica plenamente el Plan de Reconocimiento y Desarrollo para La Araucanía y las medidas políticas y de inversión que se están haciendo para continuar mejorando estos indicadores”.
En el mercado laboral, también se aprecian diferencias en las tasa de ocupación. Mientras que la población indígena se encontraba ocupada en un 52,5%, en la población no indígena la tasa de ocupación es de 54,1%. Esta tasa también se ha elevado en el tiempo para la población indígena. Si el año 2009 era de 49,2%, el 2013 fue de 51,5%.
Ahora, cuando observamos los ingresos promedios que obtienen por el trabajo, se revela que en el año 2015 si en promedio una persona indígena recibe 372.073 pesos mensual por su trabajo, una persona no indígena percibe en promedio 551.321 pesos
“Esta cifra es indignante ya que la brecha salarial de una persona indígena en relación a una no indígena llega a un 32%, lo que nos muestra que en Chile persiste la discriminación, persiste el sesgo y que el mercado laboral no es capaz de adecuarse todavía con justicia social a políticas remuneracionales que dignifiquen tanto a las personas indígenas como a las no indígenas, ahí tenemos un desafío y ciertamente que es parte de las políticas públicas que hay que profundizar”, afirmó la autoridad.