Rodrigo Valdés, ministro de Hacienda, detalló hoy lunes cómo se construyen las proyecciones de holguras fiscales que un gobierno lega al que lo sucede y detalló que en el caso de la administración en curso, dicho espacio de gasto resultó ser negativo.
Al presentar, junto al director de Presupuestos, ante la Comisión Especial Mixta de Presupuestos algunas materias pendientes asociadas a la ejecución y cifras fiscales, el titular del ramo explicó que las holguras se refieren al “espacio de mayor gasto que existe, considerando que se ejecutan todas las cosas que están sobre la mesa y suponiendo que la macroeconomía y las consideraciones estructurales para el balance estructural se comportan como se proyectan en ese momento”.
Así, dijo Valdés, en 2013 sobre la base de determinados supuestos macro, entre ellos que el PIB potencial crecía casi 5% por año y que el precio del cobre de largo plazo era de US$3,2 la libra, el gobierno anterior hizo un informe de holguras estimado entre $500 mil millones y casi un billón de pesos (millón de millones) para 2015, dependiendo de la trayectoria de convergencia al Balance Estructural. “La realidad, sin embargo, resultó muy distinta a la proyectada”, comentó Valdés, detallando que en los últimos años el PIB potencial se ha ubicado cerca de 3% y el precio del cobre de largo plazo en torno a US$2,5 la libra. “El solo hecho de que el precio del cobre bajó, dejó a este gobierno con holguras negativas respecto de las que se presupuestaron”, agregó, las que con los parámetros estructurales actuales pueden estimarse en casi $3 billones (millones de millones) para 2014, independientemente de la meta de Balance Estructural.
“Los ejercicios de holgura dependen crucialmente de supuestos que se hagan y, por lo tanto, tengamos cuidado con estos ejercicios. Si alguien me dice ’vamos a crecer 4%’, el escenario de holguras es muy distinto a que se suponga un número menor que ese. Nosotros vamos a hacer escenarios alternativos de holguras hacia la presentación del Presupuesto, pero quisimos ejemplificar la importancia de los supuestos con los que se hacen estos ejercicios y que este gobierno tuvo que enfrentar un escenario de holguras negativas, no positivas como se supone que tendríamos, simplemente porque el precio del cobre bajó, a lo que se agrega holguras aún más negativas por el crecimiento del PIB”, comentó el ministro.
Añadió que el actual gobierno partió en 2014 con un balance estructural de -2,6% y enfatizó que “las holguras que se construyeron en este gobierno para poder gastar fueron gracias a la Reforma Tributaria”.
El ministro afirmó que, frente a estos cambios en el escenario fiscal respecto de lo proyectado, lo clave es cómo hacerse cargo y reaccionar a esas nuevas realidades, que es lo que este gobierno hizo en lugar de “mirar al techo y seguir gastando como si nada, o hacer un ajuste fiscal de manera de mantener un superávit a rajatabla”. Por el contrario, destacó que “el gobierno lo que ha hecho es ajustar todos los márgenes al mismo tiempo”, lo que implicó ir disminuyendo el déficit estructural un cuarto de punto de PIB por año con parámetros comparables, “con un montón de tensiones con distintos ministerios”. Añadió que también “aplanamos la gratuidad en términos de que no vamos a llegar al 70% como decía el programa ni tampoco a universal al 2020. La construcción de jardines infantiles se ha hecho un poco más gradual, los hospitales se harán pero el números de camas es más gradual que lo que teníamos inicialmente. Hemos reaccionado en los distintos márgenes que podemos reaccionar”, afirmó. No obstante, “queda trabajo por hacer y lo de S&P pone una luz amarilla”, pero insistió en que es posible seguir avanzando gradualmente. “El mercado nos cree en términos de lo que nos cobra en nuestra deuda en la estrategia que estamos siguiendo, pero hay que perseverar en esta estrategia”, señaló.
En la sesión, el titular de Hacienda también se refirió a la inversión pública, precisando que la ejecutada por el Gobierno Central se mantiene sobre el promedio de 2000-2013 y que el aporte de los proyectos que llevan adelante las empresas estatales está siendo muy importante, en particular en el caso de Codelco y Metro, además de las concesiones. “Esto implica un aumento en torno al 10%, incluso más, de inversión movilizada por el Estado”, sostuvo. En cuanto a la ejecución de la inversión de empresas públicas, señaló que el ritmo de avance “es más lento de lo que a nosotros nos gustaría” y explicó que, si bien en algunos casos esto es positivo, porque permite descubrir mejores formas de concretar los proyectos, en otros el retraso se debe a burocracia, problemas de licitaciones u otros obstáculos.
En cuanto a las cifras de empleo informadas hoy, Valdés destacó que el empleo en la minería “ha dejado de caer” y que ese sector suma más de US$8 mil millones en inversiones aprobadas en el último año. “Un elemento particular que a mí como ministro de Hacienda me importa particularmente es que el crecimiento del empleo o el número de empleos creados fue bastante alto y con 80 mil empleos nuevos asalariados, una porción muy importante”, sostuvo.