Una serie de propuestas para enfrentar la crisis por la que atraviesa Til Til formuló el candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami, acompañado por dirigentes sociales de dicha comuna, la directiva nacional del Partido Progresista y el vicepresidente de la CUT.
“Til Til se define como zona de sacrificio sin confesarlo. Lo que ha hecho el Estado de Chile es definir regiones, comunas y localidades como zonas de sacrificio. En Tiltil no solamente hay una cárcel, no solo hay una planta de cerdos y un espacio para residuos, sino que además hay compatriotas que hacen vida en comunidad. Aquí están fallando muchas cosas, como la planificación urbana y el manejo de la basura en Chile”, señaló ME-O.
En primer lugar, Enríquez-Ominami propuso que se debe legislar para que “el que produce la basura y residuos industriales se haga responsable de ello. Lo que está pasando hoy es que incluso desde miles de kilómetros de Til Til quieren hacer llegar residuos. Ya 24 comunas de la Región Metropolitana dejan caer en Til Til sus residuos. Cambiemos el paradigma”.
Como segunda medida, el candidato citó el modelo sueco, país en el que el 99% de la basura se recicla y menos del 1% de la basura doméstica termina en vertederos y propuso, como tercer punto, la instalación de nuevas estaciones de monitoreo del aire.
El cuarto punto contempla hacer de Til Til un plan de reforestación y áreas naturales para mitigar la contaminación producida por el vertedero, y como última medida, el candidato propuso la creación de techos verdes.
Enríquez-Ominami resumió que “si no hay políticas de compensación haré lo imposible como Presidente, dentro de la institucionalidad, para rechazar la instalación de nuevos vertederos. Modificaremos las leyes que producen asimetría entre el proyecto y el ciudadano”.
“Aquí no se trata de territorios, se trata de seres humanos. Llamo a una gran revolución sobre el paradigma en manejo de la basura. La basura y los residuos pueden ser un factor de riqueza. Hay que cambiar esa visión”, agregó.
Edith Cortés, vecina y dirigente de Til Til, dijo que “tenemos un montón de contaminación y nadie le ha tomado el peso. Yo le pedí a Marco que por favor me apoyara en esta causa porque estamos solos. Nadie nos ha apoyado. El Gobierno solo votó y nos dejó la media crema. Va a haber muchos enfermos, muchos niños y adultos mayores. Ya no se puede tomar agua, las áreas verdes pueden desaparecer”.
Por su parte, el vicepresidente de la CUT, Fabián Caballero, señaló que “la situación de Til Til es reflejo de la expresión más concreta de la hegemonía de la lógica de la alta rentabilidad y utilidades de la empresa, en desmedro de los aspectos humanos, donde las comunidades son vulneradas y despojadas de la dignidad para sus vidas”.
En la ocasión, Marco Enríquez-Ominami fue consultado también por la petición de Chile Vamos para que el Tribunal Constitucional se pronuncie respecto de la ley de aborto en tres causales.
“La derecha siempre pierde las elecciones y cuando no tiene mayoría en el Congreso lo que hace es ir al Tribunal Constitucional y usa este tribunal contra mayoritario para detener las mayorías. En Chile somos mayoría los que no queremos cárcel para las mujeres. Aquí no se trata de estar por la vida o no. A mí y al PRO no nos gustan los abortos, pero yo propongo quitar la cárcel en el artículo del Código Penal. En eso la derecha es muy egoísta”, explicó.