Por Gabriel Angulo González
Batman, Blancanieves, la Mujer Maravilla, Spiderman, entre otros super héroes, se pusieron sus trajes típicos esta mañana, no para combatir malhechores, sino para efectuar una acción solidaria en el Hospital Luis Calvo Mackenna.
Se trata de un grupo de unos treinta funcionarios del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), quienes juntaron más de 300 juguetes y concurrieron hoy a entregarlos a niños, adolescentes y bebés internados en el recinto de salud pública para sumarse a la campaña #UnRegaloMás del sector público.
Muchos de ellos se disfrazaron para dar “alegría, amor y esperanza” a más de 150 pacientes que se encuentran internados en el área oncológica infantil, además de dializados y los que están en la Unidad de Tratamiento Intensivos (UTI) y la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
“Es bonito y fuerte, por las familias y papás que vienen a ver cuando pueden a sus hijos con cáncer (…) Es desgastante para un adulto y para los niños estar acá, pero, por otro lado, nosotros venimos y le entregamos una gota de alegría; y verlos sonreír creo que con eso contribuimos en subirles el ánimo”, comenta uno de los trabajadores del INE.
Foto de la acción solidaria
Esta labor se hace, por lo general, en navidad o año nuevo, y esta vez se postergó una semana de haberse celebrado el “Día del Niño”.
“Me llena de orgullo poder hacer esta acción social. Sé que no podemos curar sus enfermedades, pero darles, amor, alegría y esperanza, en su lucha, realmente es conmovedor. Verlos reír cuando reciben un regalo, es lo que más a uno le llena y te da satisfacción de seguir realizando este tipo de actividades, no sólo en navidad o Día del Niño, sino que en toda época del año”, sostiene a Fortín Mapocho Denisse Contreras, asistente social del Subdepartamento de Bienestar del INE.
“Ver a una niña que fue operada ayer del corazón es algo que impacta. Son niñas como ella, las que me invitan a venir acá y darles alegría, porque para ella, reír, es una fuerza que la empuja a seguir adelante”, relata Paulina Rossel, funcionaria del organismo público.
Iniciativas así, podrían repetirse en otros hospitales para otorgar, no sólo un regalo, sino que también un afecto que no tiene precio. Sin duda, una de las mayores alegrías de la vida es hacer reír a un niño, independiente de su estado de salud o condición física.