El candidato presidencial, Aljandro Guillier, comentó el conflicto en La Araucanía, tanto por la llamada “Operación Huracán” como por los huelguistas en huelga, afirmando que es necesario acotar el problema y buscar una solución integral por parte del Estado.
“Quiero señalar que siempre he dicho que los hechos ocurridos en La Araucanía son de una brutalidad gravísima. En segundo lugar, que eso debe investigarse con inteligencia para detectar a quienes están involucrados en esos hechos y sancionarlos con todo el rigor de la ley”, dijo Guillier.
“En tercer lugar, quiero decir que uno de los problemas que hemos señalado –y que, de acuerdo a la información de policías y Fiscalía- es que las personas involucradas en esta red oscilan entre 80, según la manera en que se clasifica, y 150 personas, por lo tanto, nadie puede decir que La Araucanía es un peligro para la humanidad”, añadió.
En ese sentido, el aspirante a La Moneda sostuvo que “no puede ser que por 150 personas que han elegido un camino de violencia estigmaticen a Chile y nos liquiden la imagen internacional, por lo cual encuentro imprudente que se aborde esto con un dramatismo que no corresponde”.
“Hay que acotar el conflicto, pero en política no hay que incendiar a la Región de La Araucanía, hay que achicar el problema, acotar el problema”, enfatizó.
Asimismo, Guillier afirmó que “nadie puede negar que La Araucanía es la zona más pobre de Chile, donde hay más discriminación, donde los pueblos originarios han sido maltratados históricamente”.
“Por consiguiente, nosotros somos partidarios de una solución política y no militar para La Araucanía y eso supone reconocimiento de los pueblos originarios, de su cultura, sus valores, educación, autoridades, su lengua, de todos los pueblos originarios de Chile”, continuó.
El abanderad presidencial apoyado por partidos de la Nueva Mayoría destacó que propone una solución social, económica y política que va a dejar sin sustento de legitimidad a los violentistas “porque se van a dar cuenta que las cosas se pueden resolver mediante el diálogo social, de los acuerdos, y además de una política integral del Estado”.
“Esa es la manera, mano firme para el delincuente –el que agrede, el que mata-, pero también comprensión del origen social del problema y aquí hay un Estado que no se ha hecho cargo de una deuda histórica”, puntualizó.