Un nuevo defensor encontró Arturo Vidal en medio de las duras críticas que ha recibido tras la eliminación de la Selección chilena del Mundial, y que apuntaron a sus actos de indisciplina y problemas con el alcohol.
Se trata de Michael Reschke, ex gerente del Bayer Leverkusen y Bayern Múnich, quien fue el artífice para la llegada del volante nacional al conjunto de las Aspirinas en 2007 y al elenco bávaro en 2015.
“Yo realmente quiero a Arturo Vidal. Es un buen chico. Pocas personas en Alemania lo conocen como yo. Creo que debemos juzgarlo por lo que hace en la cancha. No es perfecto, pero se han dicho tonterías sobre él (..) Es un tipo explosivo, lleno de energía. Quizás puede hacer alguna cosa estúpida en su vida personal, de esas de las que no te sientes orgulloso. Quizás no es el tipo con el que quieres que se case tu hija, je. Pero eso no le resta ninguna condición como jugador”, reconoció en entrevista con El Mercurio.
“Desde el principio debes saber que trabajas con una persona con un carácter especial. Pero se ganó a todos sus entrenadores: pasó con Jupp Heynckes en Leverkusen, con Antonio Conte en la Juventus y tanto con Josep Guardiola como Carlo Ancelotti en el Bayern. Puertas adentro del camarín es un muchacho alegre, pero que en la cancha siempre lo querrás en tu equipo por su entrega y sacrificio. Aquí es respetado”, añadió.
Sobre los duros cuestionamientos hacia “Celia Punk”, Reschke sostuvo: “He escuchado y leído cosas que me espantan. Porque sé cómo se comporta este muchacho y hasta dónde puede llegar. Creo que se exagera (…) Evaluémoslo desde que llegó al Bayern. Guardiola no estaba demasiado convencido cuando lo fichamos. Pero pasados unos meses, el mismo ‘Pep’ me decía: ‘Este muchacho es increíble’. Con Ancelotti también fue titular y el club ganó títulos. Los números hablan por sí solos”.
Por último, sobre las especulaciones de que Vidal podría partir el próximo año al Inter de Milán, dijo: “En el Bayern lo quieren. Es más, la pasada temporada llegaron ofertas de clubes top de Europa por él. Yo mismo discutí con Karl-Heinz Rummenigge (presidente del club) y él pidió expresamente no venderlo. No creo que haya cambiado de opinión tan rápidamente”.
