La Fiscalía Judicial de la Corte Suprema realizó un lapidario informe respecto al estado de las cárceles en nuestro país, donde denuncia las situaciones “que constituyen significativas violaciones a los derechos humanos” de las personas privadas de libertad.
El documento destaca que el hacinamiento es de un “alto nivel”, puesto que de los 53 centros estudiados, 28 cuentan con sobrepoblación. Por ejemplo, la ex Penitenciaría, tiene una capacidad de 2.384 internos y en julio de 2017 contaba con 4486, lo que implica una sobrepoblación del 88%. En tanto, el Centro Penitenciario de Copiapó que tiene capacidad de 242 internos, en julio tenia 453, llegando a un 87% de hacinamiento.
“Este resultado es producto de la estimación promedio de sobrepoblación en los recintos a nivel nacional, lo cual termina ocultando la dramática realidad de que algunos establecimientos tienen graves problemas de superación de ocupación”, destaca el informe.
Otro problema detectado, es el de las altas horas en que los reos permanecen encerrados. Son siete los establecimientos que obligan a permanecer 14 horas en encierro, mientras otros 34 impiden el desplazamiento de los internos durante 15 horas. A eso se suma que tres complejos mantienen a los reos 16 horas en los calabozos. Mientras que en sólo siete penales esta situación ocurre durante menos de 14 horas.
El escrito, que redactó la fiscal Lya Cabello, sostiene que “Gendarmería ha trastocado el sentido de la norma que asegura ocho horas diarias de descanso para los internos” y advierte que estos horarios son “incompatibles y disfuncionales a los objetivos de reinserción social”, ya que no mantienen relación con la vida “extramuros para la cual se preparan los internos”.
Esta situación alerta de otro problema: en 16 centros las personas no reciben comida durante 16 horas. A su vez, sólo dos recintos cuentan con agua caliente, 48 poseen agua fría y cuatro tienen acceso parcial al suministro.
Las celdas de aislamiento son otro punto a destacar en el documento, puesto que pese a que la permanencia en estos lugares no deben exceder los 15 días, la Fiscalía Judicial fue testigo de encierros que superaron los 60 días en celdas que “no disponen de luz eléctrica y se encuentran con deficientes condiciones higiénicas en su interior”.
“La medida de someter a este tipo de encierro a una o más personas en pequeñas habitaciones trae como consecuencia una situación que afecta la integridad física y psíquica de los reclusos”, indicó el informe.