Así lo afirmó a Fortín Mapocho el vocero de “Laicos contra Barros”, Juan Carlos Claret, en entrevista con nuestro medio.
“Barros es hoy un hombre muerto caminando en Osorno”, señala Claret, “sobre todo ahora que todos los que lo protegieron le han dado la espalda”. Tanto es así que “el propio Barros le renunció al Papa y éste no lo aceptó. Nosotros como movimiento hemos sido muy críticos de su presencia como obispo desde que llegó a la zona. Hoy no sabemos si está en Osorno o no. La última vez que le vimos fue cuando se retiró antes del término de la reunión de la Conferencia Episcopal en Punta de Tralca y luego supimos que tomó licencia por estrés. A nosotros nos preocupa su dignidad como persona, porque considero que Barros es una víctima que al no reconocerse como tal, termina repitiendo el patrón de Karadima, encubriéndolo”.
A horas de que el Papa Francisco reciba en el Vaticano a James Hamilton, Juan Carlos Cruz y José Andrés Murillo, víctimas de los abusos sexuales del sacerdote Fernando Karadima, el vocero de “Laicos contra Barros” señala que el movimiento logró su fuerza en Osorno al rechazarlo como encubridor de dichos abusos, porque “fue la comunidad la que se convocó en torno a reafirmar su fe y rechazar el mal actuar evidente de las autoridades eclesiales. Esto se transformó en un tema de interés público porque finalmente Barros se convierte en un exponente de la impunidad porque al final son obispos juzgando a obispos y gozan y se protegen en el derecho canónico. Nos hubiera gustado arreglar esto en tribunales, pero no será posible”.
-¿Cree que el Papa tomará decisiones correctas tras recibir en el Vaticano a las víctimas de abusos, y luego a los obispos chilenos?
Mientras no veamos resultados y medidas concretas no tenemos porque creer. Queremos, pero no seremos ingenuos. Imagínese que esta es la cuarta vez que el Papa está pidiendo perdón desde que dejó Chile y no hemos visto una actitud dura o la toma de medidas en el corto, mediano y largo plazo”, como lo expresó él mismo en la carta que se dio a conocer a través de la Conferencia Episcopal.
“Además el Papa desde el 2014 sabía quién era Barros y los sacerdotes de El Bosque. Y aquí el Nuncio Ivo Scapolo le juega chueco al Papa. Y los 32 obispos que en esa fecha pudieron haber dado una señal de justicia afirmándose en la carta en que pedían la salida de Barros, terminaron no solo avalando una injusticia, sino que la agrandaron. Y hasta que el Papa pide finalmente perdón a las víctimas pasan 4 años y cuesta 12 millones de dólares (la venida de Francisco a Chile)”.
-¿Qué espera del Papa el movimiento “Laicos contra Barros”?
Esperamos luz donde hay sombras. A nosotros nos constituye como Movimiento el abuso sexual, que va de la mano con el abuso de poder y luego el encubrimiento. Y en base a ello ha que cambiar la simetría que se da porque el clero se cree con una calidad especial sobre el resto de la gente. Allí está un primer cambio que debe ser conceptual. Los sacerdotes se creen especiales porque finalmente es la gente la que se los permite.
“Luego, queremos una reestructuración total del Episcopado, los 32 Obispos. Y sumar a ello una apertura a la participación porque -a lo mejor- si se hubiera escuchado la voz femenina de la Iglesia, la visión del aborto habría sido distinta”.
“También creemos que se debe comenzar a cumplir acuerdos en temas como la transparencia activa de la Iglesia Católica (suscrito en 2016) y donde sólo el Arzobispado ha avanzado en la materia. Y a un nivel mayor, sabemos que el Vaticano trabaja en una Nueva Constitución”.
“Es lo que creemos que debiera hacerse, veremos cuánto de ello está dispuesto a concretarse. Tomándome de propias palabras del Papa dichas en enero de este año “no basta con no hacer el mal; hay que elegir hacer el bien”
¿Quienes le mintieron al papa sobre el Obispo Barros? ¿Que castigos podrían tener?
