El diputado DC y miembro de la Comisión de Familia de la Cámara, Raúl Soto, calificó como “una buena noticia” la incautación de documentación en el Arzobispado de Santiago y la Diócesis de Rancagua, en el marco de las indagatorias por abusos sexuales al interior de la Iglesia Católica.
El parlamentario sostuvo que “es muy importante, cundo se trata de abusos sexuales contra menores, que no haya ningún espacio para el encubrimiento y la impunidad”.
“En ese sentido, me parece muy bien que se esté investigando a la Diócesis de Rancagua y que aquellos 14 sacerdotes que hoy están suspendidos puedan ser requeridos e investigados por la justicia y que la Fiscalía lleve adelante todos aquellos procedimientos que sirvan para alcanzar la verdad”, dijo el diputado por la región de O’Higgins.
Soto planteó que “el problema de hoy es que cuando acusan a religiosos de haber cometidos abusos contra niñas, niños y adolescentes, al no estar obligados por la ley a denunciar, estos terminan escondiendo ‘la basura bajo la alfombra’ y la opinión pública sólo se entera de estos casos cuando son investigados y dados a conocer por la prensa”.
“Queremos que los procedimientos judiciales se inicien en forma oportuna para que, finalmente, estos niños abusados puedan tener la justicia que ellos y sus familias esperan”, concluyó el legislador.
Soto es autor de un proyecto de ley que obliga a religiosos a denunciar cualquier tipo de abuso sexual contra menores ocurridos al interior de la Iglesia “impidiendo la impunidad y el encubrimiento”, según destacó el legislador.
