Justicia

Ex Canciller del Arzobispado fue detenido por siete casos de abuso sexual y estupro

Foto: El Mercurio

La detención del ex canciller del Arzobispado, Óscar Muñoz, fue concretada esta mañana por petición del fiscal de Rancagua, Emiliano Arias, tras acusarlo de siete casos de abuso sexual y estupro contra menores. De acuerdo a los primeros antecedentes que se filtraron a la prensa, la Fiscalía tras hacer una revisión exhaustiva de los documentos incautados en el Tribunal Eclesiástico de Santiago, se reveló la existencia de al menos siete víctimas de Oscar Muñoz, quienes tenían entre 11 y 17 años, y cuyos testimonios se encontraban en conocimiento de autoridades de la Iglesia. 

La Fiscalía, tras ratificar las denuncias ante el Ministerio Público y oficiar una serie de otras diligencias al Servicio Médico Legal, se ordenó la detención de Muñoz por los delitos de abuso sexual y estupro reiterado. El sacerdote fue detenido hoy en su casa de Macul y se encuentra en dependencias del OS-9.

Muñoz dejó su puesto tras autodenunciarse a inicios de este año por un caso de abuso. En 2003, Muñoz fue designado vicecanciller del Arzobispado de Santiago y asumió así como uno de las figuras cercanas a Francisco Javier Errázuriz Ossa. Cuando en 2011, Errázuriz Ossa fue sucedido por Ricardo Ezzati, Muñoz Toledo ascendió a canciller y, en esta calidad, estuvo presente en algunas de las declaraciones que realizaron los afectados por los abusos sexuales y de conciencia del sacerdote Fernando Karadima.

El era, en su calidad de vice Canciller, quien estaba a cargo de los archivos en la Oficina Pastoral de Denuncias (OPADE), que fue creada por decreto N° 362 el 2 de noviembre de 2011 para recibir las denuncias y acoger a las víctimas de abuso por parte de clérigos y agentes pastorales. Al parecer, al menos en su caso, no hubo destrucción de antecedentes, pero es meridianamente probable, que haya ocultado información hacia el Vaticano y a la justicia en otros casos denunciados.

El fiscal Regional de Rancagua, Emiliano Arias, tras revisar los documentos incautados y el archivo secreto del presbítero en el Arzobispado, confirmó que existe constancia desde el año 2002 y hasta marzo de este año de abusos sexuales y estupro contra menores de edad por parte de Muñoz Toledo. Hasta el momento, existen 7 víctimas, que cuando ocurrieron los hechos tenían entre 11 y 17 años, cuyos testimonios estaban en conocimiento de las autoridades de la Iglesia y que reivindicaron sus declaraciones ante el Ministerio Público.

Oscar Muñoz ha cometido estos abusos sexuales por años y partió con su propia familia. Cinco de sus sobrinos, hijos de primos hermanos del religioso, figuran entre sus víctimas. Otro corresponde a uno de sus acólitos. Un séptimo denunciante fue abusado en el año 2004 en Rancagua. Es este último delito, que no está prescrito, fue el que le permitió a Arias solicitar la orden de detención en el tribunal de esta ciudad.

El patrón de conducta es similar al de otros victimarios, como indicó una nota de La Tercera: se ganaba la confianza de los niños, se convertía en su confesor, posteriormente les realizaba tocaciones, pedía que lo masturbaran y en al menos un caso hubo acceso carnal. Existen, además, otras tres denuncias de actuaciones sórdidas: el religioso exhibiéndose o solicitando que lo tocaran sin que los menores accedieran.

 

El día martes 2 de enero del año en curso, el presbítero se autodenunció por abuso. Tras ello, se implementaron medidas cautelares, siendo relevado de sus cargos de canciller de la curia y párroco, prohibiéndosele -además- el ejercicio público del ministerio sacerdotal”. Así comunicó la Iglesia el 24 de mayo, en la víspera de la segunda visita del arzobispo de Malta Charles Scicluna, la situación de Muñoz Toledo.

El trabajo investigativo del fiscal Arias, ha sido intenso incautando material de archivos desde el Arzobispado y el Tribunal Eclesiástico. Hay que recordar que durante la última venida de los enviados papales, el fiscal nacional, Jorge Abbott y otros persecutores, se reunió con Scicluna para coordinar una petición de información de casos de todo Chile a la Congregación para la doctrina de la Fe en el Vaticano. En paralelo a ello, y por la importancia del caso, el fiscal Arias dio un paso más allá: esta semana solicitó y le fue concedida la entrada, registro e incautación de archivos en la Oficina Pastoral de Denuncias (OPADE).

La Fiscalía Nacional debe determinar ahora, una vez detenido Muñoz, si amplía la indagatoria del persecutor y la hace extensiva a otras diócesis.

En el Arzobispado, esta tarde, el Cardenal arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, lamentó la situación y dijo que “es un dolor muy grande para la Iglesia”. Mostró también su solidaridad “con el sacerdote, su familia y las víctimas” y concluyó que “deseo que la justicia tenga la última voz”.

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