El ministro de Educación, Gerardo Varela, lanzó el primer programa de fiscalización a todas las salas cunas y jardines infantiles del país, el cual contempla, entre otras acciones,la revisión de materias como el coeficiente técnico, las condiciones de seguridad y los aspectos sanitarios. La iniciativa alcanzará a 6.500 jardines infantiles a nivel nacional.
El lanzamiento se realizó en la sala cuna y jardín infantil Kimelü de Estación Central, donde Varela estuvo acompañado por el superintendente de Educación, Sebastián Izquierdo, el alcalde Rodrigo Delgado, y la subsecretaria de Educación Parvularia, María José Castro.
“Este primer plan de fiscalización es relevante, pues se enmarca en el ingreso de la educación parvularia al Sistema de Aseguramiento de la Calidad. Ya tenemos Bases Curriculares actualizadas y, próximamente, tendremos un Marco para la Buena Enseñanza, lo que nos permite avanzar en la calidad de los procesos educativos’’, señaló el secretario de estado.
El 2013 el Presidente Sebastián Piñera impulsó la Ley 20.832 que crea la autorización de funcionamiento de establecimientos de educación parvularia y traspasa la función de fiscalización desde la Junji a la Superintendencia de Educación.
“La Superintendencia va a revisar y hacer recomendaciones, con una mirada de mejoramiento de estándar, para que los padres pueden estar tranquilos cuando mandan a sus niños a los jardines infantiles, sean estos de la Junji, Integra o VTF”, enfatizó el ministro Varela.
Este programa considera la revisión de materias como el coeficiente técnico, las condiciones de seguridad, los aspectos sanitarios, el buen trato y la convivencia. En el coeficiente técnico se velará para que el personal cuente con títulos, contratos y que cumplan con la cantidad de personas por niño.
En cuanto al buen trato y convivencia se exigirá la existencia de reglamentos internos, que sean conocidos por la comunidad educativa y protocolos en casos de maltratos o abusos. En relación a las condiciones de seguridad, la Superintendencia de Educación fiscalizará la idoneidad moral, a través de certificados de antecedentes y registros de inhabilidades para trabajar con niños, además del plan de seguridad y vías de evacuación.
En los aspectos sanitarios, se revisarán los requisitos de higiene y alimentación de acuerdo a los reglamentos del Ministerio de Salud.
