La tarea no era nada de sencilla para el número uno nacional, pues al frente tenía al tenista con más victorias sobre arcilla durante este año (28), finalista en Roland Garros, y el único en vencer este 2018 al español Rafael Nadal (1°) en tierra batida.
El santiaguino entró al court central jugando de igual a igual, y pese a que sufrió una ruptura en el tercer juego, el criollo no bajó los brazos y quebró en el décimo jugo, justo cuando su rival servía para llevarse la primera manga y luego todo se definió en un tie-break de infarto. En el desempate, parecía que la “Torre” lo perdía, pero remontó un 5-2 de forma increíble para adjudicárselo por 7-5. Fue el primer set que ganó un chileno a un top ten desde que Paul Capdeville se lo arrebatara al estadounidense Andy Roddick (8°) en la Copa Davis del 2011.
En el segundo capítulo, hubo un festival de quiebres y ninguno de los dos pudo mantener su saque en los primeros cuatro games, aunque luego estuvieron certeros hasta llegar a un nuevo tie-break, donde levantó tres set points para ganarlo con su segundo match point tras un tiro paralelo ancho de Thiem en casi dos horas.
Con esto, Jarry derribó a un top ten en su segundo intento, pues el 2016 cayó ante el español David Ferrer, 6° del orbe en ese momento, por 6-3 y 7-6 (3) en Río de Janeiro y se convirtió en el primer chileno en hacerlo tras el festejo de Fernando González el 2009 ante el francés Jo-Wilfried Tsonga (7°) en octavos de final del US Open.
Además, se meterá entre los 50 mejores del planeta al sumar 90 unidades más, alcanzando la mejor ubicación de su incipiente carrera.
En ronda de cuatro mejores, Jarry se medirá el sábado ante el ganador de la llave entre el español Pablo Carreño Busta (13°), con quien ya perdió en los cuartos de final de Estoril, y el georgiano Nikoloz Basilashvili (81°), a quien nunca ha enfrentado.
