Los cónsules en Córdoba, Frank Sinclair, y el excónsul en Nueva Delhi y actual cónsul en Dublín, Gustavo Cantuarias, son acusados por este delito y, según explicó Guerra, los ílicitos comenzaron en 2014 cuando Sinclair creó el MC Institute, una entidad que facilitaba la venida a Chile de extranjeros, con la promesa de que harían cursos que les permitiera desempñarse laboralmente en el país.
“El problema es que la entidad (MC Institute) se certificó falsamente, aprovechando la propia presencia de Sinclair al interior de la Cancillería, con timbres en documentos que acreditarían o legalizarían su condición en circunstancias que no es uno de los trabajos que le corresponde ejecutar a la Cancillería”, señaló Guerra.
El fiscal agregó que “del mismo modo se quiso hacer ver como que se contaba con una autorización para funcionar por parte del Ministerio de Educación lo que también es falso”.
Por otro lado, el persecutor aseguró que la entidad usó el nombre de otros establecimientos educacionales para darse mayor prestigio a la hora de ofrecer el servicio que costaba entre 6.500 y 8.000 dólares. Por esta situación, Guerra evalúa citar a representantes de las entidades educacionales mencionadas para descartar su participación en el ilícito.
Por su parte, Guerra aseguró que Gustavo Cantuarias “emitió ciertas certificaciones que permitieron obtener la visa para permitir a personas que claramente no cumplían con los requisitos y a las cuales engañó mediante la facilitación de esta documentación”.
“Formalmente ellos cumplen con la ley chilena, porque recibieron las visas, pero en el otorgamiento de las mismas es donde encontramos irregularidades”, añadió el fiscal Guerra.
En cuanto a las personas que usaron el recurso de MC Institute, son mayormente originarios de Nepal e India y cuando ya estaban en Chile solo recibieron parte de los servicios prometidos, lo que motivó a que algunos de los beneficiarios denunciaran la situación.
El fiscal Guerra, además, sentenció que “el señor Sinclair hasta arrendaba un par de hostales en cual esta gente pernoctaba y se quedaba”.
También la fiscalía determinó que en muchas ocasiones se usó a Chile como país de paso para los supuestos beneficiarios. “Es una circunstancia que ayuda a configurar el delito, porque muchas veces se utiliza un país de tránsito y desde ese país, que tiene mejor imagen internacional, viajar a otros lados, como EE.UU., Canadá”, dijo Guerra.
El próximo 11 de enero se realizará la formalización de cinco personas por este ilícito, entre los que están ambos cónsules. Si los diplomáticos no se presentan en la audiencia, el Ministerio Público puede despachar una orden de detención en su contra.
