En los últimos años hemos visto la generación de las llamadas “zonas de sacrificio”. Un término que nombra territorios, comunas o localidades que, al tener sus habitantes menor capacidad de poder e influencia sobre la autoridad, son objeto de un paulatina acumulación de industrias contaminantes, que resultan indeseables en otros territorios.
Es el bullado caso de Quintero. Pero también son conocidos los casos de Mejillones, Huasco y Coronel, entre otros.
Usualmente, todo parte con la instalación de una industria, generadora, vertedero o relleno sanitario. Luego, la zonacomienza a saturarse, al perder atractivo para otras actividades comerciales o turísticas, y al existir una presión de otros territorios, que se niegan a que estas industrias se instalen. Al inicio no se ven los riesgos, pero después, generalmente es muy tarde para reaccionar.
Es la preocupación que tienen vecinos y organizaciones de Chillán Viejo. En esa zona, la empresa Ecobío ha instalado un relleno sanitario y un centro de manejo de residuos, que incluye residuos peligrosos. Ulises Lari, Presidente Comité Ambiental de Chillán Viejo y María Luisa Fuentes, Presidenta de la Cámara de Comercio, Industria y Turismo de Chillán Viejo, así como concejales de la comuna y el propio Municipio de esa comuna han prendido las alarmas, al evaluar los riesgos que involucra la presencia de estos centros.