
El movimiento de la tasa se debió al incremento de la fuerza de trabajo de 0,2%, que sumado al retroceso de 0,4% de los ocupados, significó una mayor presión en el mercado laboral derivando en un alza de 8,0% de los desocupados, estos últimos incididos, principalmente, por los cesantes (6,5%) y los hombres (9,4%).
Según sector económico, construcción (-9,3%), otras actividades de servicios (-15,5%) e industria manufacturera (-5,1%) fueron las principales caídas del empleo. Mientras que actividades de salud (18,4%), alojamiento y servicio de comidas (12,0%) y enseñanza (5,4%) registraron alzas.
Por categoría ocupacional, los asalariados formales (-3,5%) y los asalariados informales (-9,6%) incidieron en la contracción de los ocupados. Por su parte, los trabajadores por cuenta propia (8,5%), empleadores (14,9%), familiar no remunerado (25,2%) y personal de servicio doméstico (2,1%) crecieron.
En tanto, la tasa de ocupación informal alcanzó 25,5%, registrando un aumento de 1,0 pp. en doce meses como consecuencia del crecimiento de los ocupados informales (3,7%) y la disminución de los ocupados (-0,4%). El incremento de los ocupados informales fue incidido, principalmente, por los hombres (6,4%). La tasa de ocupación informal masculina fue 24,1% y la femenina alcanzó 27,1%.
