27 de agosto de 2024, 8:45 pm.
El pasado 19 de agosto, a eso de las 10 am, el servicio de EFE Limache-Puerto, informaba un desrielo de tren, en el sector de Valencia, en Quilpué, lo que provocó que el servicio operara de manera parcial:
A través de un comunicado, la empresa informó que «aproximadamente a las 9:45 horas, se produjo un desrielo menor, del servicio 661 en la zona de Quilpué, que no generó afectación ni lesiones a los pasajeros. Se procedió a la evacuación del tren bajo la supervisión de personal de EFE, siendo los usuarios conducidos hasta la Estación Quilpué».
Sin embargo, esta situación “aislada”, no es más que la punta del iceberg de una serie de situaciones graves que afectarían este servicio de trasporte público de la Región de Valparaíso, según acusa la dirigencia de la Democracia Cristiana (DC), de Quilpué.
De hecho, a través de una carta dirigida al ministro de Transportes, le hacen ver a la autoridad estos asuntos.
“Nos vemos en la obligación de dirigirnos a usted, debido a las insostenibles situaciones que estamos viviendo los vecinos, familias, estudiantes, personas de la 3era. edad, y cientos de trabajadores de las comunas de Limache, Villa Alemana, Quilpué, Viña del Mar y Valparaíso, tras el “Descarrilamiento” de un tren ocurrido la semana pasada en el sector de Valencia en Quilpué, en uno de sus viajes desde el interior y hacia Valparaíso”, parte diciendo la misiva.
Y añaden al respecto: “Fuera de los problemas de aseo y limpieza, de mantenimiento de los asientos, de las peleas en sus vagones, del comercio ambulante y hasta de recitales con parlantes a alto nivel de sonido, que hacen muy molesto el viaje, además de las pésimas frecuencias de los trenes, que hacen que éstos vengan atestados (ya antes del descarrilamiento) y que muchas veces hacen imposible el poder subirse a éste en las horas punta, teniendo que dejar pasar uno a dos, antes de poder acceder al viaje que deseamos hacer, esto sin dejar de lado que se debe acceder con empujones y casi asfixiados en las horas punta de la mañana principalmente”.
Planes de contingencia
Durante el descarrilamiento, dice el texto: “Nos tocó sufrir directamente, al ver que llegaban trenes en las horas punta con más de 500 pasajeros fácilmente (4 vagones), con una frecuencia indeterminada y no precisa. Por estos días teniendo que esperar, la llegada de uno o dos buses, de capacidad de 40 o 45 pasajeros con suerte, generando con ello un problema de matemáticas simple, generándose cuellos de botella impresentables, con largas filas y la molestia generalizada de todos los usuarios”.
Sumado a lo anterior, reportan una baja en las frecuencias de circulación de las micros, “debido a los tacos producidos en las vías de transporte normal, agudizados por este accidente, lo que al parecer genero más vehículos en las vías, por las necesidades de transporte que han surgido por este mismo hecho”.
CALIDAD DEL SERVICIO DE APOYO
Los buses “de apoyo”, que -por lo demás- circulaban a gran velocidad, no sólo por la autopista troncal sur, sino al ingresar a la ciudad, no todos eso sí, pero una gran mayoría. “Estos como usted sabrá, ocasionaron accidentes automovilísticos en Quilpué y Viña del Mar”, dice la carta.
Sin lugar a dudas, y como nos enseñan los especialistas, “los accidentes, no ocurren por accidente”, sino son el “resultado” de una cadena de errores que traen consigo -argumentan en la carta- una serie de hechos algunos veces fácilmente visibles y otros invisibles al ojo no experimentado, como las mencionadas anteriormente con situaciones ingratas como: atrasos de los usuarios, frente a sus responsabilidades (colegios, Ues, trabajos, horas médicas, viajes, etc.), aumento en los niveles de stress de los usuarios, problemas de productividad con los evidentes problemas en los trabajos, servicios y centros de educación, incomodidades en cada traslado, problemas de salud, roces con otros pasajeros, y hasta accidentes por la muchedumbre que apuran el -subir o bajar las escaleras-, por alcanzar un asiento, en cada uno de los transbordos qué se debían hacer de tren a bus, y de éste al tren.
Lo anterior, por las saturadas escalas de acceso a las estaciones subterráneas del sistema, donde deben circular adultos mayores y personas con capacidades diferentes. Mención aparte, han sido las series de desmayos y subidas de presión, de muchas personas en este período.
Con este escenario, “Sr. Ministro, si queremos hacer gestión para evitar incidentes/accidentes, creemos necesario que exista una intervención suya y de sus asesores, o a lo menos una auditoría al sistema en general, para mejorar la gestión post estos hechos y es “lo que no vimos en esta oportunidad, y menos con la calidad y oportunidad esperada”, quizás se hizo, o se haga, ojala así sea, pero es nuestro deber, exigirlo como pasajeros y usuarios habituales del sistema, pues finalmente “son los resultados y no las buenas intenciones las que denotan un buen Servicio y Gestión”. No queremos otro Enel, ahora en nuestra región de Valparaíso !!”, plantean en el documento.
Y refuerzan: “Es por ello, que cansados de lo que estamos viviendo y sufriendo cada día, sobre todo en las horas punta (07:00 hrs a 08:15 hrs. y desde las 18:00 hrs a las 19:30 hrs app.), y que un viaje por Ejemplo de Quilpué a Valparaíso de 45 minutos en forma normal, en los días del accidente, se extendía a más de 2 hrs., tanto de ida, como de retorno (…) Por esto decidimos dirigimos a usted, confiados en su directa intervención, con el fin de pedir su gestión directa en el sentido de “verla reflejada y con calidad urgente, para así evitar futuras emergencias, y/o administrarlas de mejor forma, de ocurrir otra como las que estamos sufriendo doblemente por estos días”.
El viernes 23 de agosto se anunció con bombos y platillos que se reforzaría el servicio, con más trenes y mejores frecuencias y lo que ocurrió fue todo lo contrario. “Pues las frecuencias como nunca se alargaron, pasando los 20 minutos en las horas punta, lo que obviamente ocasiono “Aglomeraciones en todas las estaciones”, principalmente en el retorno de Valparaíso a las comunas del interior”, indican.
Ayer, martes 27 de agosto, la situación no ha sido diferente, debiendo los pasajeros dejar pasar uno, dos y a veces, hasta tres trenes, con frecuencias larguísimas, para poder acceder a sus viajes, con todas las molestias e incomodidades que esto trae y que les relatamos, reclaman desde la DC Quilpué.
Finalmente, esperan que las autoridades se pronuncien al respecto y se tomen cartas en el asunto. “Esperando una pronta respuesta y sobre todo una gestión de mejoras concretas y profundas al respecto, por el bien de nuestras Comunidades, y la gestión exitosa de las Empresas públicas del Estado de Chile”, sentenciaron en la carta.